Sed de Gol
Más fútbol y menos tv
Por José Alexander Bustamante-Molina
A propósito
de estar por cumplir casi tres meses de haber renunciado a la TV por salud
mental, fundamentalmente porque no hay nada que ver. A propósito del día de las
madres y el típico domingo familiar de día de las madres, más ella de eso, y de
cualquier otro postulado, entendí que el enigma que hace del fútbol ese evento trascendental,
es el azar, y las contradicciones. A semejante reflexión me llevó las evidencias
vistas en el 3-2 del Manchester City.
El
relator de FOX dijo que no creía en los milagros y sí en las hazañas. Y en efecto, y a pesar de su pérdida de fe
ante aquellos jugadores, incapaces de remontar, en efecto hubo una hazaña:
ganar un título.
Producto
del azar, de un cambio, de una decisión, quizá el de ingresar a Balotelli por
Tévez, tal vez, nunca lo sabremos, producto de un cambio de jugadores
castigados por Mancini, justo fue el italiano, final del partido, en una jugada
confusa, tirado en el área, se deja caer, hace lo posible por pasársela a Agüero.
Y este, viene entrando, atravesando el área, buscando un camino para que
alguien se la pase, y en efecto, le
llega a sus pies, atrás queda mirando Balotelli, mientras Agüero hizo uso de
uno de los mejores artificios del fútbol: amagar. Y cuando el amague es
efectivo, los rivales quedan semi anclados al césped, y es ahí donde Agüero lo
lanza, todos caen y dijo, justo en ese instante: “listos, quede solo al arco,
ese arquero es malo”. En efecto pasó así, gol. No había más nada que hacer, campeones.
Clarín
publicó un artículo de una agencia de noticias, donde comentaban el análisis del
juego con estas declaraciones de un emocionado Agüero: "No sé de dónde saqué las fuerzas para hacer
el gol, y tampoco sé de dónde sacó la fuerza el equipo para dar vuelta el
resultado a tan pocos minutos del final. Pero lo importante es que lo hicimos y
pudimos dar la vuelta olímpica. Creo que lo merecíamos".
Luego, relata lo que cree que le pasó por la cabeza
en el momento del gol: “Ellos se habían cerrado muy bien y nos costaba
encontrar los espacios para entrar”
La ausencia de análisis de fútbol
como objeto, se debe al exceso de fútbol, y lo efímero que se ha vuelto. A toda
hora, en varios canales, todos los días, en vivo, en diferido, en la madrugada.
Hay una saturación, con un público mediatizado entre Messis y Ronaldos.
Sin embargo, la intermitencia de
grandes, intensos y emocionantes encuentros, como cuando no había cable, cuando
veníamos los mismos 10 o 15 partidos buenos al año, los mismos de ahora, en ese
sentido, el triunfo del Machetester City, gracias al gol de Agüero, es un buen ejemplo,
es uno de los pocos encuentros de alto nivel, de emoción, de esos que el lugar
común llamaría “finales”.
Estar sin televisión, es mejor. La
información corre por internet, que es el único medio que aún queda libre de
los controles del poder, mientras la TV, que ya está toda controlada, se replantea
sus funciones comunicacionales, para muchos solo quedará para entretener e
inventar historias, como si fuera un proceso narrativo y de información.
Y ante este panorama reiterativo de
tanto futbol y poco fútbol, solo veremos los mejores encuentros, entre
historias que se inventan y otras que entretienen, como los Messis y Ronados.
De toda esa cantidad de fútbol, no
quedará más remedio que someterse al principio de contradicción, es decir, seleccionar
el fútbol dentro del futbol, en una entraña paradoja, tan extraña como el azar,
el tiempo, como toda contradicción lúdica. Veremos más fútbol si vemos menos
televisión. Veremos qué pasa.
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