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Crónicas y series fotográficas de José Alexander Bustamante

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5.28.2010

Los Fanáticos


El fanático en el fútbol es un sujeto social que se auto incluye. Es capaz de decir “ganamos, perdimos”. Juega a la distancia, tiene alianzas invisibles con los otros sujetos deportivos que apenas conoce, que tal vez vio a la distancia o por la TV, pero es capaz de llevar la franela, remera, playera, camiseta, bufanda o cualquier atuendo que lo identifique con la facción con la que se siente identificado, generalmente de los equipos ganadores o al menos de los favoritos.
¿Qué es el fanatismo? ¿Qué es un fanático? ¿Cómo lo identificamos? ¿Cómo se moviliza en el fútbol? ¿Cómo podemos definirlos sin ser peyorativos?
Fanático y sentimiento sería la relación principal que podemos establecer, que por extensión es una relación entre la sociedad y la ideología; comparten valores. Viéndolo desde esa perspectiva, es un conjunto de la sociedad que se identifica con un pequeño grupo de sujetos que son líderes y protagonistas de una acción social.
Vamos a remitirlo al deporte, al fútbol en nuestro caso (y olvidarnos de los fanáticos políticos que obedecen a las mismas estructuras psicológicas, casi fascistas).  El fanático es un apasionado, está enajenado por el acto lúdico, que no deja de ser una parodia de la rivalidad, de los enfrentamientos, de los engaños, de los héroes y de los vencidos. El fanático es parcializado, es decir, está lejos de toda verdad lógica, objetiva, centrada. Sus atavíos son escudos pintados y uniformes que representan ya no naciones, ni países, sino experiencias estéticas que se conectan con sujetos deportivos que son héroes temporales en la cultura moderna.


El fanático es nostálgico, ingenuo y esperanzado por naturaleza. Violento por historia. Irracional por convicción. Vanidoso como Ser, narciso, llama la atención en cualquier lugar, habla en voz alta y construye una imagen de soberbia e intransigencia. Nunca cede a sus ideas porque se considera portador de la verdad, de su verdad, la de su parcialidad. Nunca comprenderá una derrota, todos tendrán la culpa, menos sus ideas platónicas de la parcialidad que apoya, aunque no parezca, es un sujeto sin nacionalidad definida y como todo sujeto, el fanático necesita de un espacio que lo modele y lo revitalice. Lógicamente es la cancha su espacio natural, donde convergen fanáticos, hinchas, torcedores, tifosis. Sin embargo, el espacio especial son los Mundiales, allí, aparecerá una versión renovada, incorporará colores, idiomas, símbolos, objetos del deseo.
Sudáfrica es ese lugar hoy. Novedad para un Mundial, mezcla de estereotipos de cultural antigua y naturaleza salvaje encerrada en safaris. Lugar indicado para que un nuevo fanático tenga la posibilidad de insertarse a este universo de las pasiones: los colores de banderas y las caras pintadas, los uniformes oficiales deambulando por las calles. Una imagen frecuente: los aeropuertos atiborrados de visitantes que miran carteles y mapas, desorientados en el sur del continente africano. Se irá construyendo el espectáculo que la imagen de la televisión poco a poco irá develando, nutriendo y exprimiendo. Nada quedará fuera de los encuadres de los medios de comunicación.
En el resto del mundo también estarán los fanáticos: cruzando los dedos, pidiendo milagros, se olvidarán que es un juego, será un mes de sufrimientos, de banderitas en los carros, de ilusiones que se van y otras que se renuevan con el paso de los días, con eliminaciones y triunfos, hasta que el círculo se reduzca a dos. Luego a uno, el campeón. Veremos qué pasa.


5.14.2010

Prostitución, homosexualidad y fascismo


Los dos primeros ha sido hechos develados extra cancha y una propuesta cinematográfica hace una representación del segundo; un hecho deportivo del tercero, quizá el más peligroso, problemático y el que tenga más cómplices.
El primero, nos lo devela Zahia Dehar, de profesión prostituta, tuvo triplete con Ribéry,  Benzema y  Sidney Govou, para el momento de la jornada sexual con la selección francesa, la rubia Zahia era menor de edad, lo que hizo que la falsa moral magnificara el acto sexual pidiendo una sanción jurídica. Ella cobrará triple: por sus servicios, por denunciarlos y luego por quitar la denuncia.

El segundo, la homosexualidad, nos la devela una imagen “robada” a los jugadores del Barcelona Ibrahimovic y Piqué. La fotografía develó el otro lado del mundo íntimo del fútbol. Desde hace unos años la metrosexualidad entró al vestuario, y de los héroes guerreros de otras epopeyas deportivas, pasaron a modelos, al cuidado, al mundo chic.

Viajes, concentraciones en muchos hoteles, miradas, caricias y sentimientos que afloran: desde la fantasía erótica materializa por hermosas, desinhibidas y esbeltas mujeres hasta los atrevimientos y exploraciones sexuales con sus mismos compañeros, con su mismo sexo.
Buen ejemplo es la película Fuera del Vestuario (Róbert Douglas, Islandia, Reino Unido y Finlandia 2005),  la historia muy sencilla: el mejor futbolista de Islandia declara a una revista que es gay. Los directivos lo separan del equipo y Björn Hlynur Haraldsson (Ottar Thor) termina jugando en un club semi profesional de jugadores gay. Deberá enfrentar a su hijo, a su ex esposa (ex Miss Islandia en el film), a sus padre, dirigente del  club que lo apartó y a toda la opinión pública de Islandia. Una película que entra el vestuario del fútbol y nos lleva comprender parte de la problemática planteada, la cual aun necesita de más casos para confirmar las suposiciones.

El tercer tema, el más álgido, es el fascismo, nos lo devela Mauro Zarate y lo analiza Miguel Mora desde Roma para el diario El País de España, quien realizó un extenso reportaje sobre el tema, a propósito del saludo fascista que hizo el jugador argentino, mientras veía desde la curva de los ultras en el estadio olímpico de Roma un juego de su equipo SS Lazio. Zarate estaba suspendido, y por decisión propia ingresó a esa zona del estadio lo que generó algarabía entre los Tifosi celestes, pero que atrajo todas las miradas y lo captaron haciendo el saludo fascista.
El reportaje de Mora hace una semblanza sobre el tema y otros jugadores de Italia identificados con este movimiento ideológico: el portero del Milan, Christian Abbiati, Paolo Di Canio, Gianluigi Buffon, portero de la Juventus, que fue denunciado por la comunidad judía de Roma por querer llevar (luego desistió) en su camiseta el número 88 que remite Hitler.
La lista de Mora también incluye a Fabio Cannavaro del Napoli, Daniele De Rossi de la Roma, Alberto Aquilani quien colecciona bustos del Duce y comulga con la corriente xenófoba que aqueja al país: "Los inmigrantes son un problema".
En Italia hay dos casos  conocidos de jugadores que han sido víctimas del fascismo: Mario Balotelli, del Inter, italiano negro de origen ghanés (“No hay negros italianos”, era el eslogan de los fascistas) y Ricardo Quaresma, portugués también jugador del Inter. Dice el reportaje de Mora: “fue recibido por docenas de tifosi interistas cuando llegó al aeropuerto. Semanas después, los Cuore Negro han festejado con pintadas racistas la muerte de un gitano rumano de 14 años en un incendio fortuito.
Tres temas centrales que ameritan un debate profundo, por considerarse valores morales. El primero, por el comercio sexual, el segundo como una práctica de la sexualidad y el tercero por la radicalización a una ideológica primitiva. Veremos qué pasa.


5.07.2010

Messi no es argentino


 a Diomedes y Francisco, a  Borges, sobre todo, por el modelo.

La noticia ha pasado desapercibida. Apenas un recuadro del 2 de febrero y de poco centimetraje en las páginas deportivas del diario La Nación de Buenos Aires: “Es catalán” decía el pequeño titulo. La nota es firmada por una agencia porteña de nombre NOC, de esas que buscan llamar la atención, lo que me ha generado cierta inverosimilitud. Al parecer NOC, Noticias, orbes y compañía descubrió que el jugador del Barcelona, el pequeño Lio llegó al mundo de España el 10 de junio de 1987, en un hospital de Sabadell.
Una semana después, los Messi, después de más de  una década por razones desconocidas llegan a Rosario en la Argentina. Su padre había dejado un pasado con deudas en Barcelona, y un viejo amigo de la infancia le tendió la mano para trabajar como su ayudante en un “kiosco” rosarino, con la promesa de ayudarlo a estabilizar a su familia con un negocio propio, otro kiosco supongo, como forma de pago de un antiguo favor de la dictadura del 79.
Por más razones desconocidas, el pequeño Lio fue otra vez registrado, pero ahora como futuro ciudadano argentino. Pasó a un estado inusual para la época: la doble nacionalidad. Un empleado que digitaliza toda el historial del Hospital de Sabadell, en Cataluña, se ha conseguido con la noticia: la fecha del 24 de junio de 1987, fue la registrada en el hospital Paraná de Rosario. Es decir, 14 días después del certificado aparecido en el hospital de Sabadell.

Vino la vida en Rosario, el fútbol por todos lados, Central y Newell's Old Boys, Newell's Old Boys y central, los primeros pantalones cortos, el potrero, la crisis argentina y la falta de estatura del pequeño Lio.
Los Messi se vieron otra vez en la necesidad de salir del país austral, esta vez la huida fue por un motivo de Estado: el corralito financiero asfixió al padre del jugador de fútbol y el kiosco del amigo cerró para siempre. Nunca hubo otro kiosco, nunca hubo negocio.
La nota de NOC es ambigua, deja muchas dudas. Pero también deja indeterminadas las razones del regreso. Alguien murió en Cataluña por esos días, extraña coincidencia para que los Messi regresaran. La historia de Juan Villoro publicada en El País de España en marzo pasado es falsa, como es falso ese correo que le adjudican a Doctor Cordero, un intelectual venezolano radicado en Barcelona por estos días, donde certifica la historia de Villoro.

Cuando la familia argentina llega a España era notorio que el niño ya jugaba con mucha habilidad, que era una zurda prometedora. Es cierto, fueron a las inferiores, pero no del Barcelona, ni mucho menos antes a las de Rosario Central (otra notica falsa), fueron a las del Deportivo Sabadell y lo rechazaron (todo héroe debe ser rechazado). Otro rumor no confirmado: por capricho de Lio fueron a probar al Barcelona, por el antojo insoportable del niño de once años; el padre, como buen padre, lo llevó de la mano. La falsa historia de Villoro divulgada por Cordero habla de una espera de 14 días para que lo vieran los dirigentes del equipo, su crónica carece de verdad, sin embargo, sólo en eso tiene razón el mexicano: 14 días, nunca llegaron a un hotel – como él lo afirma-, los 14 días a los que hace mención Villoro, deben ser la distancia entre las fechas de nacimiento. Clara confusión.
También cuenta la nota de NOC -la que sólo apareció en la edición impresa de La Nación- que Julio Grondona se comunicó con Messi padre, y le ofreció favores económicos para que el pequeño no cayera en la tentación de no vestirse con la albiceleste, le rogó que afirmara que era argentino, que el ídolo Maradona está derrumbado.
Messi volvió a Barcelona a los 11 años; en el fondo es catalán, nunca dejó de serlo. Tiene dos fechas de nacimiento. No tardarán en salir muchas noticias antes del Mundial, falsas como las de Villoro; vendrá la polémica: Messi nació dos veces.  El resto de la historia la sabemos. Veremos qué pasa.


5.01.2010

El juguete roto

La frase de anticipación pertenece a Vito De Palma, la dijo en el programa Hablemos de Futbol Internacional, en la previa del esperado Barcelona-Inter de Milán. En la mesa de comentaristas quizá De Palma sea el mejor analista de fútbol de los medios deportivos del continente. Con su tono de italiano recién desembarcado a Buenos Aires, fijó una postura de la cual comparto y hasta ahora es la única que puede explicar la eliminación del Barcelona, “es como un juguete roto, ya no sirve, aunque fue muy hermoso”. Añadía que toda innovación en el fútbol es de duración breve hasta que alguien la descifra.
            Recordemos que hace más de una semana el Barcelona sufrió para empatar a cero con el Español, en el derby de esa ciudad. La opinión deportiva hablaba que el equipo estaba concentrado en la semifinal de la Champions y de un posible y placentero viaje por tierra hasta Milán, con escala en Cannes. Después de ver el juego pensé que hasta el momento, ese había sido el único equipo capaz de descifrar el esquema ganador de Guardiola.

            La única forma de contrarrestar a un equipo que juega muy bien, es no dejarlo jugar, algo que los más ingenuos llamarían el anti fútbol. Esa noche en Barcelona, Messi fue sencillamente insuficiente, y a media semana con el Inter, pasó lo mismo, y con marcador abultado. El equipo dirigido por Mourinho consiguió la clave, algo que había sido muy difícil de conseguir para el resto de los DT. Ya lo había asomado el técnico portugués días antes, diciendo que el Español de Barcelona había dado en el clavo para no dejar jugar al Barcelona.
            Entendí después del 3-1 que el secreto del Barcelona había sido descubierto y que no dejarlo jugar a su manera sería el único camino para ganarle a un equipo que jugaba tan bien, que era capaz de aburrir de tanto ganar.
            Comprendí por qué Messi hace poco y nada en su selección: la propuesta de Maradona es tan ligera que cualquier técnico más o menos preparado es capaz de descifrarla y no deja que el talento de sus jugadores, en especial el de la pulga, brote como lo hacía hasta hace unos días en su club español.

             El juguete roto de Vito De Palma, fue la única forma de ilustrarle a sus colegas para que comprendieran que el modelo futbolístico del Barcelona instaurado por Guardiola y tutoreado por Cruyff había llegado al terreno de la predecibilidad lúdica y que lo había hecho el técnico del Inter de Milán en un claro ejercicio hermenéutico. Además demostró que la simpatía y  la inteligencia son dos cosas distintas. El DT portugués se ha caracterizado por un tono sarcástico y frontal cada vez que se enfrenta a la mecánica prensa deportiva, lo que le ha restado porcentaje de popularidad en el mundo mediático.
Con la eliminación del Barcelona, que en los últimos meses había despertado un fanatismo ligero en todo el mundo, Mourinho ahora ha puesto las cosas en su lugar: el fútbol es un juego de rachas, en la medida que la racha de triunfos, en este caso, es más extensa, entonces la paradoja nos lleva a pensar que se está más cerca del camino de las derrotas. Para Messi, Guardiola y el Barcelona no será el fin del mundo, ni si quiera una tragedia, pero si el fin del juguete que se ha roto, según de Vito De Palma. Veremos qué pasa.