Ensayo sobre la ceguera

Las posibilidades que el sistema social contemporáneo colapse pueden visualizarse en la obra literaria del premio novel José Saramago. Cada novela del escritor portugués abre la posibilidad de explorar situaciones caóticas, que desde una perspectiva primaria podríamos llamarlas apocalípticas, pero eso pertenece a las predicciones de los libros religiosos que se interpretan dependiendo del lector y el momento histórico.

La capacidad de la literatura sobrepasa cualquier libro bíblico, ya que desde la construcción del “mundo posible” que existe en la obra literaria, tenemos la posibilidad de imaginarnos lo que pudiera pasar en el mundo, sin necesidad de entrar al pánico o a desesperación de la fe pidiendo un milagro o buscar una solución desde los hechos de la razón que es capaz de producir el hombre en situaciones limite.

La obra de Saramago propone distintas nociones literarias que vale la pena detallar: lo que pudo haber vivido y escrito Jesús de Nazaret en “El Evangelio según Jesucristo”. El caos que se viviría si el hombre dejara de morirse en “Intermitencias de la muerte”. Si un pintor con mucho talento deba pintar por encargo. Si con tanta luz dejáramos de ir a votar por los políticos en “Ensayo sobre la lucidez”. Si la península ibérica se desprendiera de Europa, en una gran metáfora del desarraigo con “La balsa de piedra”. Si una ceguera temporal llegara al mundo como sucede en “Ensayo sobre la ceguera” y todo se convierte en un caos por la falta de vista, como una enfermedad que se apropia dela salud de la población.
La reflexión viene al caso, después de ver vacio el estadio Azteca de la ciudad de México, donde los jugadores y algunos involucrados intentaban hacer un juego de fútbol de primera división. Con el paso de los días, el poder de la televisión de ese país insiste en seguir jugando a puerta cerrada bajo la premisa más básica de todas las premisas: el espectáculo debe continuar.

También con el paso de los días la televisión comenzó a mostrar las calles semivacías, los restaurantes cerrados, las escuelas sin estudiantes, de lo que sabemos es la urbe más poblada del mundo. Un caos que me hiso recordar la novela “Ensayo sobre la ceguera” [1995], de la que el año pasado también se hizo una película de titulo “Ceguera” presentada en el festival de Cannes, dirigida por Fernando Mierelles, el mismo de la recordada Ciudad de Dios.

Cada obra de Saramago es una posibilidad de crisis del mundo. Es decir, escribir desde una idea predeterminada, donde desde la ficción recurra a las posibilidades no de contar o reconstruir la historia, que es una vía perfectamente valida, legitima y sugestiva, sino contar la posibilidades de la otra historia -la diferencia según Derrida-, la que sabemos es poco probable que suceda, aunque la posibilidad esté latente.

El temor de la influenza porcina que trasmite la televisión durante todo el día, ha generado pánico a todo México, a todas las actividades sociales y económicas, en especial a la moral y la autoestima de la gente. Es una suerte de película o documental en tiempo real. Una historia y una realidad que nos llena de temores. Muchos dudan de lo que provenga de ese país viene con un virus mortal. Las consecuencias serán múltiples, desde el turismo hasta las exportaciones.

El futbol no escapará o terminará jugando a puerta cerrada o tendrán que suspender todo por unas semanas hasta que de algún laborarlo salga la ansiada vacuna, que ya debe estar hecha, sólo esperan el momento para venderla en serie. Existen dos formas de hacer mucho dinero en el capitalismo actual: hacer guerras para vender armas o crear enfermedades para vender los antídotos. Negocio es negocio.
Comparto la opinión del escritor venezolano Ednodio Quintero, mientras conversábamos por teléfono me decía que le estaban haciendo muchos énfasis a una gripe, que como toda gripe pasará con los días. Es cierto, todo volverá a la calma. Algunos sacarán provecho de las circunstancias, lamentablemente la salud es un gran negocio. Veremos qué pasa.