Si Woody Allen hubiese filmado este año la película Vicky Cristina Barcelona (2007) seguramente la presencia del fútbol tendría algún tipo de valor estético ante la mirada del cineasta neoyorquino. Mi imagino a Javier Barden llevando de la mano a la sensual Scarlett Johansson (Cristina) al estadio del Cam Nou, visitando el museo del estadio o tal vez algo más atrevido: Penélope Cruz en “un rollo” con algún jugador negro francés, tal vez a la británica Rebecca Hall (Vicky) intentando tener un romance formal con un joven director técnico catalán embriagado en ese extraño concepto de la vida que llaman la fama, estudiando la cultura catalana desde este sujeto que apenas recién iniciada su carrera de técnico ya avizoraba un año deportivo único e histórico en el club Barcelona, que de alguna forma había vivido a la sombra de los éxitos del Real Madrid. El fútbol en Barcelona es mucho más que una diversión o entretenimiento como en Norteamérica. En Barcelona el fútbol es parte de Cataluña, que es lo que investiga Vicky en el film.
También me imagino a ese joven técnico, ex futbolista y de sólo 38 años, pensando en el retiro, encontrándose en alguna librería de la ciudad condal ese particular libro Bartleby y Compañía (2002) de Enrique Vila-Matas. Extraño catálogo e inventario de escritores de pocas o ninguna publicación denominados escritores del NO, del silencio o de la renuncia a la escritura, con casos emblemáticos como el mexicano Juan Rulfo (Pedro Páramo, El llano en llamas) o Arthur Rimbaud (Una temporada en el infierno y otros poemas y cartas), entre una larga de lista de intelectuales reales y otros de posible y dudosa existencia, al mejor estilo borgiano.
Me pregunto en qué momento debe llegar la luz del éxito en la vida del hombre. Después del éxito pleno, el de la fama absoluto como la de Guardiola en este momento, por ejemplo. Messi con poco más de veinte años ya ha alcanzado la satisfacción que a la inmensa mayoría de los seres les cuesta la vida. Y después qué hacer, con tanto dinero y tanta fama. La certeza denuncia que después de la cumbre viene el descenso.
Como todo ciclo -deportivo en este caso- la cumbre alcanzada en el histórico 2009 del Barcelona, con seguridad tendrá una caída por diversos motivos: cansancio, estimulo, fortalecimiento anímico y deportivo de los rivales.
Los directores técnicos generalmente se marchan por la puerta de atrás. Qué le queda a Guardiola: ¿irse a un club importante en Inglaterra como Chelsea, probar con un equipo pequeño para demostrar que no fue el azar el que lo puso en el momento indicado, con el equipo y los jugadores indicados? ¿Esperar que pase el Mundial de Sudáfrica y tomar alguna selección o la misma selección española? ¿O intentar llegar a la final de la Champion League este año y ganarla en el mismísimo Bernabéu?
Nada de eso seguramente ocurrirá. El panorama apuntará a un desgaste y al cansancio físico y mental de la plantilla, la confrontación de los egos y después vendrán las derrotas seguidas y el Barcelona FC será derrotado por cualquiera, hasta por Estudiantes de Mérida. Ni Woody Allen ni Vila-Matas podrán incorporar a Guardiola en alguna de sus historias. Veremos qué pasa.
Saludos Alex, excelente decisión la de montar este Blog, tu estas produciendo tanto material bueno constantemente y esta es una muy buena forma de ponerlo a la disposición del todo el mundo. Espero que tengas muchos seguidores. EXITOS!!!
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