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Crónicas y series fotográficas de José Alexander Bustamante

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2.26.2010

Una Literatura del fútbol


"En el principio de la litertura está el mito, asimismo en el fin"
Jorge Luis Borges (El hacedor, 1955)

Un reconocido periodista deportivo argentino se queja de que el fútbol carece de una literatura. La reflexión la hacía mientras entrevistaba a un técnico que estaba de regreso a la actividad deportiva y escuchaba que en el tiempo que estuvo sin dirigir estudió por cuenta propia, leyendo mucho.  Insistía este periodista, que el fútbol a pesar de ser tan popular y con tantas experiencias  carece de una literatura, insistía que de  las demás áreas de la cultura la literatura abundaba, pero en el caso del fútbol se sabía que tenía muy poca literatura, poca producción de textos que reflexionen mientras en las demás áreas del saber es numerosa, pero que en el fútbol, son contados por pocos, quienes escriben libros que reflexiones este deporte, manteniéndolos lejos del género literario, en un extraño híbrido, como la Crónica de Indias

Agregaba, en otra queja, que son pocos los congresos y seminarios en el mundo del fútbol , y creo que daba en el punto central de una vieja pero vigente discusión: la necesidad que tienen los agentes culturales en reunirse para reflexionar sobre su actividad. No puedo ocultarse los escasos encuentros no sólo del futbol, sino de muchas áreas culturales. Cada Congreso de algo es un gran esfuerzo, cuando de cultura se trata

 ¿Cómo debe construirse una literatura del fútbol?  ¿En qué consiste una literatura del fútbol? ¿Quiénes deben construirla? Comenzando por aclarar que el fútbol no es un área del pensamiento plena, lo que se escribe sobre el deporte en general se adjudica más a la sociología del deporte que a su propia literatura.


Entendiendo que ese periodista planteaba una literatura desde una idea muy amplia, en una forma de reflexión que incluya teorías, análisis y diversas formas de representación que permitan reflexionar sobre ellas. Para que exista una literatura deben existir críticos y teóricos.

Las teorías de lo lúdico  planteada por Huizinga en Homo Ludens (1938)o la figura del héroe acuñada por Víctor Bravo en Dios es redondo (2007) , entre otros críticos actuales, pueden ser las bases de una literatura del fútbol, desde ahí podríamos desprender diversas formas de análisis que estarían sustentadas por muchos mecanismos sociológicos y por cientos de ejemplos representados por los partidos de fútbol en todas sus manifestaciones. Ya no sería parte de las expresiones sociológicas, sería una literatura.

Es tiempo que la observación y el testimonio se sistematicen en función de teorías y  análisis: periodistas (que es diferente a comunicadores sociales), ex jugadores y técnicos quienes conviertan su vivencia en pensamiento, en reflexión pura.

La institución del fútbol debe renovarse, y su literatura debe  ser parte de esa renovación,una mirada que apunte a un discurso que se construye desde  observaciones y testimonios, y que deben ser capaces de trascender del empirismo a las áreas culturales para su legitimación, pero para ello, la preparación intelectual que debe tener cada sujeto productor de teorías y análisis del fútbol como una asignatura obligatoria que desprenda reflexiones que se alejen de los lugares comunes, que haga crítica al juego y a los jugadores, es decir, a las nociones lúdicas y de los héroes como bases teóricas centrales y eso implica que no sólo es el campo de juego y los famosos noventa minutos está el objeto de estudio, sino incorporar al resto de la red social y económica que se reúne alrededor de esta actividad deportiva.

La tarea es larga y pantanosa. Necesita de muchos actores. De amplitud de criterios, de permitir  abrirse a muchas formas de expresión, de criterios e ideas renovadoras desde la escritura como el gran vehículo de la comunicación de esa Literatura. Veremos qué pasa.


(a francisco)

2.20.2010

En Irán, las mujeres no van al fútbol


Las comedias como género de representación artístico se caracterizan por disfrazar la realidad con el velo de la risa, lo cómico y hasta lo grotesco, por lo que la denuncia del discurso en muchos casos se hace sin que el denunciado lo perciba como un ataque a sus fundamentos ideológicos y de poder.
La película iraní Fuera de juego (2006) del director Jafar Panahi (guión de Shadmhr Rastin) se recrea en el juego que clasifica a Irán al Mundial de Alemania 2006. Bajo un modelo narrativo “kafkiano”, es decir, sin mostrar el objeto que se construye con el discurso ficcional, un grupo de mujeres van siendo arrestadas por querer entrar al escenario deportivo vestidas de hombres, debido a la prohibición a las mujeres para asistir a lugares donde la mayoría de las personas sean hombres. Los argumentos demarcan un claro desbalance de los derechos de la mujer en buena parte del llamado mundo islámico.


La película también ridiculiza el mundo y la “inteligencia” militar, ya que uno de los soldados que siempre está gritando a las mujeres no sabe a ciencia cierta por qué es la prohibición, hasta que un momento dice “son ordenes de los superiores”, “yo solo recibo ordenes”.
Sin embargo, y para sorpresas de muchos, el Irán que muestra la película, Teherán para ser más exactos, es una ciudad de grandes avenidas, carros nuevos  y en alguna medida se puede percibir bienestar social de carácter urbano. La diferencia y el alejamiento con dicha sociedad no está en su infraestructura, sabemos que es un país petrolero y que ha llegado a desarrollar energía nuclear para distintos fines, uno de ellos para hacer la “guerra santa”, y es justo ahí donde el mundo islámico se hace incompatible con nuestros valores culturales, occidentales o como queramos llamarle. Una sociedad que para muchos nos separa al menos dos cientos años. Mientras en occidente el hombre pudo separar la religión de la política, “la muerte de Dios” como lo alegorizó Nietzsche, una manera de  decirnos que ahora Dios es un ente más individual que social.


Vemos como en Irán la religión y la política siguen unidos como en la Edad Media lo era el cristianismo. En Irán tienen como autoridad máxima, por arriba de la sociedad y de los presidentes a un líder religioso que viene a ser una suerte de monarca de la fe, de administrador del porvenir del país.
Cuando se anima a un mundo multi-polar cuesta creer que escenas como las que nos deja ver “Fuera de Juego” releguen al sujeto femenino a ciudadanas de segunda clase. Una cosa es verlo desde la comedía, y otra cosa es hacer un ejercicio social de la realidad sin la risa. Lo divertido en los 89 minutos del largometraje deja de serlo en la milenaria cultura que ha llevado a la mujer al otro extremo. Es decir, en el mundo occidental nos muestra en muchos casos, a la mujer como  figura de la publicidad y de los modelos de la belleza, la frialdad y la banalidad del mercado, y en el mundo islámico es poco más que gente. Ni lo uno ni lo otro. El mundo al revés como dice el libro de Eduardo Galeano.


También es cierto que en muchos países de esos que llamamos “árabes”, el género femenino ha ganado espacios públicos, pero sigue siendo limitado. Muchos políticos y religiosos siguen justificando las prohibiciones como parte de los “valores de una cultura”, una justificación que pasa por la frase “es que ellos son así y hay que respetarlos”. Desde el fútbol “Fuera de juego” ha representado una realidad enmarcada en la pasión de un deporte popular que traspasa géneros y prohibiciones. Veremos qué pasa.

2.12.2010

La escafandra y la mariposa



Le llaman el síndrome del cautiverio. La antigua disputa metafísica del alma encerrada en un cuerpo que no es capaz de liberarse hasta el momento de su muerte. La pesadilla de salvarse de la muerte y quedar con unas gotas de vida debe ser uno de los peores sufrimientos de un ser humano. La actividad de la mente y el pensamiento a velocidad máxima pueden pasar a experiencias de vida de un alto nivel de reflexión y sensibilidad, dejando de lado la activada corporal, a velocidad mínima más por resignación que por voluntad propia.

La escafandra y la mariposa o El llanto de la mariposa (Julian Schnabel, 2007, USA/ Francia) es una historia está basada en la novela autobiográfica Jean-Dominique Bauby y como reza su sinopsis: “En 1995 a la edad de 43 años, Jean-Dominique Bauby, carismático redactor jefe de la revista francesa Elle, sufrió una embolia masiva. Salió del coma tres semanas más tarde y se descubre que es víctima del "síndrome de cautiverio "; está totalmente paralizado, no puede moverse, comer, hablar ni respirar sin asistencia. Su mente funciona con normalidad y sólo es capaz de comunicarse con el exterior mediante el parpadeo de su ojo izquierdo. Forzado a adaptarse a esta única perspectiva, Bauby crea un nuevo mundo a partir de las dos cosas sobre las que conserva el control: su imaginación y su memoria. En un hospital de Berk-Sur-Mer, le enseñan un código usando las letras más comunes del alfabeto utilizando el parpadeo de su ojo izquierdo. Mediante este parpadeo, y con la ayuda de los doctores del hospital es capaz de deletrear letra a letra concienzudas palabras, frases y párrafos. Mediante este método es capaz de dictar una profunda aventura dentro del psique humano. Este método es capaz de abrir la prisión que resulta su cuerpo (la escafandra) permitiéndole planear sin límites el reino de la libertad (la mariposa)”


La relación sujeto-objeto queda manifiesta en esta dura experiencia que desde el cine nos lleva a una profunda reflexión del valor no sólo de la vida, sino de la vida plena y un tercero lleno de irresponsabilidad la arrebata sin el menor peso de conciencia.

Me cuesta creer que se diga con tanta alegría “patria, socialismo o muerte”, entiendo que la política necesite de frases para elevar el ánimo, pero la semántica y la hermenéutica no pertenecen a la arenga sino al análisis del discurso. La política es altanamente fanática y el fanatismo nos puede llevar a actos sin conciencia plena. La muerte no puede ser un lema político, es una noción que se remite a la poesía como metáfora, a la literatura como representación.


Pasan los días y el caso Salvador Cabañas se reduce a la intimidad familiar y médica. El hecho en sí ha dejado de ser novedad y ha pasado a la sección de “noticias varias”, ha entrado a la dualidad de la escafandra y la mariposa, como Luis Fernando Montoya en Colombia o el Negro Cáceres en Argentina, que aparecieron una vez más en los medios, como noticia coincidente que por su resistencia a la vida, por formar parte del mismo móvil de la inseguridad que se pasea por toda América Latina, dejándonos claro que el fútbol no es cosa únicamente de un campo de juego como piensan algunos.

Los parte médicos son fríos y su lenguaje no goza del calor de la poesía. Dicen: “estable”, “fuera de peligro”, pero se remiten sólo al estado físico. El estado anímico es cosa de los familiares, donde los suspiros, las lágrimas y el clamor por esperar esa extraña experiencia máxima de la fe que llaman “milagro”. Algo queda claro, sus vidas dentro del campo de fútbol han finalizado. Veremos qué pasa.

2.07.2010

a dos ruedas: Pregonero para volar

 - Tovar - Guaraque - Pregononero - Páramo de La Negra -









Guaraque









en Mesa de Moreno















 




 



 


 



 



 




 



 


viaje cibernético, 2008. Serie: fachas, veredas y detalles


ángeles, Buenos Aires



el poll piensa, Buenos Aires

viaje cibernético 2008 Serie: desde adentro


Amancer, sin maletas, Aeropuerto de Santiado de Chile





Bosque Blanco, cruce Osorno-Bariloche



Ciudad de Dios, entrada a Río de Janeiro, Brasil




Cuentos de la Selva, Misiones, Argentina



Desde adetro, ruta Bariloche - Patagonia- Neuquen



el cruce con gotas, ruta Osorno - Bariloche



Pinos y piedras, ruta Baroloche - Patagonia - Neuquen



Los siete lagos, ruta Osorno - Bariloche

2.05.2010

Historias de fútbol

Juego de todos; juego de niños. La pelota, el terreno, los jugadores y la invisible pasión a este deporte recorren las cincuenta y tres anécdotas que recoge el libro Historias de fútbol de Maén Puerta (Alfaguara, 2008, 63 p.)  

Para nadie es secreto que en los últimos años la escritura, la reflexión y la expresión literaria abordan el tema del fútbol con frecuencia y desde muchas perspectivas y estilos: Mario Benedetti (El césped), Jorge Valdano (Cuentos de fútbol), Eduardo Galeano (Fútbol a sol y sombra), Juan Villoro (Dios es redondo), Osvaldo Soriano (El penalti más largo del mundo), Manuel Vázquez Montalbán (Fútbol), Vladimir Dimitrijevic (La vida es un balón redondo), Franklin Foer (El mundo en un balón), Roberto Fontanarossa (Área 18), Víctor Bravo (Dios es redondo) y Mauricio Navia (Fútbol estética y filosofía). Estos dos últimos coincidieron con artículos en la desaparecida revista Ángulos (Mérida, Nº 14, 2007), en un especial de fútbol en el marco de la Copa América.


Como vemos, periodistas, cronistas, escritores, intelectuales en general, abordan el fútbol, la variedad de enfoques- como los arriba señalados- pasa desde relatos de ficción, novelas, acercamientos teóricos hasta crónicas detalladas de sucesos de este deporte: desde lo social, lo lúdico, desde la trama que se teje en el campo de juego, hasta las alegrías y tristezas del campo de batalla en la calle, en los puestos de periódicos, en la televisión. La digresión viene al caso porque pareciera que escribir de fútbol es cosa de adultos y para adultos; se olvidan de los lectores infantiles, quienes también forman parte de toda esta pasión lúdica.

Si el fútbol es de aplausos, Historias de fútbol debe recibirlos. Su título es tan atractivo y directo como cada uno de sus relatos. Muchas historias se pasean por un glosario particular; quien practica, lo observa o lo critica, entenderá que cada historia apunta a narrar de forma explícita una noción futbolística: gooooool, la banca, la taquilla,  la copa, el árbitro, mi trofeo, un gol de arco a arco, la pasión, ¡una gambeta de futbolista!, entre otros. El joven lector –como el grande-, sin duda disfrutará de la riqueza de un lenguaje que le pertenece, lo conoce y lo reconoce sin ser un especialista, sin ser un practicante disciplinado; es un lector que lleva la intención de buscar la compresión del sencillo, aunque paradójicamente inentendible efecto del fútbol.

Desde las estructuras narrativas Historias de fútbol se pasea por distintas vías: la anécdota que explica el adulto (abuelo, tío, tía, padre) al niño, es la más abundante. También aparece el narrador infantil que desde su competencia va explicando y explicándose el juego y sus facetas desde el lenguaje, así como las frases que se construyen alrededor de este deporte.

Los espacios recurrentes, además de la cancha, será la indeterminación de “el pueblo”, como espacio nostálgico y generador de las historias, como si desde “el pueblo” se fueran desgajando cada uno de los relatos, en un inventario tan local como universal: el cemento, alguien se lo llevó, sin cal,  la fiesta, el maravilla, el cementerio de los elefantes, todo por el fútbol, viene el circo, una gloria, entre otros.

Historias de futbol combate en alguna medida la fuerte presencia de las imágenes en los niños de hoy y contribuye a levantar el devaluado oficio de leer, o en todo caso colabora con impulsar el mismo, rebasando la construcción de la palabra, para abrirse a la contemplación, fascinación y la compresión del juego en sí. Veremos qué pasa.